El 18 de enero de 1921 Guadalajara corono a su reina. La ceremonia tuvo lugar en la catedral, la que se engalanaba de lujo como pocas veces, estaba repleta a más no poder. Estuvieron presentes en la misa pontifical 15 prelados entre Arzobispos y Obispos de distintas diócesis.
El Excmo. Sr. Arzobispo de Guadalajara Don Francisco Orozco y Jiménez de Guadalajara, visiblemente repleto de dicha, corono las sienes de la augusta señora, Generala de Jalisco, haciéndola desde entonces toda una reina para el pueblo de sus amores. Aun mismo tiempo se dieron cita los aplausos, las vivas y las lagrimas, mientras que los clarines y los tambores rendían honores a la Generala y Reina haciendo estremecer este recinto sagrado. En esos momentos los repiques de las campanas de la catedral comenzaron, igualmente las campanas de los templos de la ciudad.
La cátedra Sagrada, fue ocupada por el Excmo. Sr. Obispo de la Mora, quien hablando como lo pedían las circunstancias supo llorar y hacer llorar a los feligreses provocando también aplausos, terminada la misa se canto el Te deum y todos los prelados Arzobispos y Obispos depositaron sobre el altar su Mitra y Báculo a las plantas de la virgen de Zapopan.
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