FUENTE: Arquidiocesis de Guadalajara.REPORTERA: Sonia Gabriela Ceja Ramírez
FOTOGRAFÍAS: David Pedro Morán.
El sábado 18 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de la Expectación, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo de Guadalajara acudió a la Basílica de Zapopan, para festejar a La Generala, pues es precisamente Nuestra Señora de la Expectación o Nuestra Señora de la O, la advocación titular de la también patrona de la Arquidiócesis, y cuya fiesta se celebra en el tiempo litúrgico de adviento, muy cerca de la Navidad.
La Misa presidida por el Cardenal Sandoval inició en punto de las 12 del mediodía ante una basílica colmada de fieles que acompañaron a la familia de los frailes menores de la orden franciscana a festejar a la patrona de la provincia de los Santos Francisco y Santiago.
El sábado 18 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de la Expectación, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo de Guadalajara acudió a la Basílica de Zapopan, para festejar a La Generala, pues es precisamente Nuestra Señora de la Expectación o Nuestra Señora de la O, la advocación titular de la también patrona de la Arquidiócesis, y cuya fiesta se celebra en el tiempo litúrgico de adviento, muy cerca de la Navidad.
La Misa presidida por el Cardenal Sandoval inició en punto de las 12 del mediodía ante una basílica colmada de fieles que acompañaron a la familia de los frailes menores de la orden franciscana a festejar a la patrona de la provincia de los Santos Francisco y Santiago.
Durante la homilía el Cardenal afirmó que en María se cumplen todas las expectativas de salvación para el mundo.
“En María se cumple la promesa hecha a David de que de su descendencia saldría un Rey. Estas expectativas se cumplieron cuando Dios envió a su Hijo nacido de una Virgen. Somos afortunados por vivir en los tiempos de Cristo, porque nos toca vivir los tiempos de las promesas hechas realidad y gozamos de esos tiempos siempre y cuando vivamos según las reglas del Mesías”.
“Hay que decir que son los insatisfechos, los pobres de espíritu, los que esperaron al Señor. Quienes se conforman con las cosas terrenales no le esperaban. El Hijo de Dios vino para los humildes de corazón que saben que no se bastan a sí mismos”.
“Celebrar la Navidad es reconocer nuestras limitaciones y pedirle a Dios que colme nuestras necesidades humanas”.
Finalmente, el Arzobispo de Guadalajara pidió a Dios que colme las necesidades del país y que proteja a los mexicanos ante la inseguridad que se vive. Afirmó que en México el 90 por ciento de los habitantes se dicen cristianos y dijo que si ese 90 por ciento de la población viviera según los mandamientos de Dios, muy seguramente en México el clima que se viviría sería de paz.
Cabe señalara que los festejos por Nuestra Señora de la Expectación se prolongaron durante todo el día en la Basílica de Zapopan, para concluir por la noche con el encendido del tradicional castillo.
“En María se cumple la promesa hecha a David de que de su descendencia saldría un Rey. Estas expectativas se cumplieron cuando Dios envió a su Hijo nacido de una Virgen. Somos afortunados por vivir en los tiempos de Cristo, porque nos toca vivir los tiempos de las promesas hechas realidad y gozamos de esos tiempos siempre y cuando vivamos según las reglas del Mesías”.
“Hay que decir que son los insatisfechos, los pobres de espíritu, los que esperaron al Señor. Quienes se conforman con las cosas terrenales no le esperaban. El Hijo de Dios vino para los humildes de corazón que saben que no se bastan a sí mismos”.
“Celebrar la Navidad es reconocer nuestras limitaciones y pedirle a Dios que colme nuestras necesidades humanas”.
Finalmente, el Arzobispo de Guadalajara pidió a Dios que colme las necesidades del país y que proteja a los mexicanos ante la inseguridad que se vive. Afirmó que en México el 90 por ciento de los habitantes se dicen cristianos y dijo que si ese 90 por ciento de la población viviera según los mandamientos de Dios, muy seguramente en México el clima que se viviría sería de paz.
Cabe señalara que los festejos por Nuestra Señora de la Expectación se prolongaron durante todo el día en la Basílica de Zapopan, para concluir por la noche con el encendido del tradicional castillo.
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